“Romi, te escribo para agradecerte por toda la ayuda que me brindaste. Siento que nunca te agradecí como debía haber hecho asi que te hablo por acá, con todo mi corazón, para decirte que sin vos nada hubiera sido lo mismo. Un beso muy muy grande para la mejor psicóloga, ojalá algún día ser como vos ”

“Llegaste en un momento muy difícil: los primeros meses sin mi papá. Sentía que mi mundo se caía. Desde la primera sesión sentí que eras la persona indicada. Durante más de dos años me ayudaste a descubrir sentimientos escondidos, a ‘bajar a tierra’ con palabras justas y a sostener también a mi mamá en un momento durísimo. Siempre agradecida por tu humanidad.”

“Gracias por haberme atendido en el peor momento de mi vida. Hoy me siento enfocado en mi familia, avanzando y con el pasado muy atrás. Tu acompañamiento hizo la diferencia.”

“Fue mi lugar seguro, donde me sentí escuchada y respetada. Ese espacio me ayudó a crecer y, al mismo tiempo, a aprender a respetarme. Agradecida por la energía y el cuidado de Romi.”

“Hacer terapia con Romina fue transformador. Desde el primer encuentro me sentí contenida: un espacio seguro, empático y sin juicios. Me ayudó a entenderme mejor, a decidir con claridad y a soltar formas de pensar que me limitaban. Su acompañamiento combina sensibilidad y la claridad necesaria para mostrar lo que una necesita ver.”

“Llegué ahogándome en el intento de tapar el dolor con trabajo y amores fallidos. Con paciencia, me ayudaste a darle permiso a mis emociones, a aceptarme con mis claros y mis oscuros, y a incorporar herramientas que hoy me permiten afrontar la vida con otra mirada. Sigo aprendiendo, pero ya no me angustio como antes: me acepto y me quiero más.”

“El tratamiento fue un antes y un después. Empecé con mucha ansiedad y desconectada de mis sentimientos; con las herramientas de las sesiones y la práctica diaria encontré equilibrio y estabilidad. Lo recomiendo siempre.”

“Agradezco haber transitado la terapia porque me dejó muchas herramientas. En cada situación de la vida me sirvieron. Hubo días en los que cerraba los ojos e imaginaba que hablaba con vos. Gracias.”